Hoy es Domingo de Ramos. Los rocieros también elevarán palmas y vítores al mejor de los nacidos, lo esperarán para verlo entrar en su tierra como si se tratara de la nueva Jerusalén y celebrarán en sus Parroquias la Santa Eucaristía que nos introduce de golpe en la Semana de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
Hoy cambiamos las sevillanas por la saeta y los Olés por Hosannas y nos preparamos para recorrer con Jesús de Nazaret el camino de la Cruz, haremos de nuestra tierra una Galilea para que Él pase y nos vuelva a recordar su mensaje, llegaremos al Calvario para que la Cruz nos muestre que es símbolo de Redención y pasearemos hasta el hondón del alma para encontrarnos con Él e intentar interiorizar ese misterio incomprensible de Amor que siempre acabará desbordando a las generaciones presentes y futuras. Entremos de su mano a los orígenes de nuestra salvación y al notarnos asidos a ella, digamos los rocieros exultantes de gozo: ¡Hosanna al Rey de los cielos!
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